Hoy por la mañana vi tus reflejos en la esparcida lluvia suave y refrescante. Siempre ha sido así, siempre te vi en cada cambio de la naturaleza, cuando llueve, cuando el sol está radiante, cuando la neblina me ocultan los escenarios por donde transito, cuando el cielo está despejado y logro ver un arco iris. Cuando el mar rompe sus olas en las peñas, cuando estoy en lugares tranquilos donde no pueda escuchar otra cosa más que el viento.

Siempre estás reflejada no sólo en lo natural del día, si no hasta en las cosas materiales que existen, también estás presente en algunas sonrisas que tengo, en algunas lágrimas que suelto, estás en todo, pero no estás tú, no está ésa presencia que me saque de todo esto.